Dole despide a trabajador con grave hernia de disco
Por Giorgio Trucchi | Rel UITA
Una vez más, la transnacional frutera Dole muestra su verdadero rostro. Esta vez ‘desecha’ a un trabajador que sufre de hernia discal después de trabajar muchos años para su subsidiaria en la ‘verde y pacífica’ Costa Rica.
Favier Zúñiga Zúñiga tiene 34 años, casi diez de los cuales trabajando como estibador en Agroindustrial Piñas del Bosque (Finca Muelle), subsidiaria de Dole – Standard Fruit Company de Costa Rica.
Entre octubre de 2020 y abril de 2021, el joven trabajador presentó tres dictámenes médicos donde se le diagnosticó hernia discal (L4-L5 central) y se le restringió, de forma permanente, realizar actividades laborales que incluyan levantar, empujar o halar objetos pesados.
Por Giorgio Trucchi | Rel UITA
Una vez más, la transnacional frutera Dole muestra su verdadero rostro. Esta vez ‘desecha’ a un trabajador que sufre de hernia discal después de trabajar muchos años para su subsidiaria en la ‘verde y pacífica’ Costa Rica.
Favier Zúñiga Zúñiga tiene 34 años, casi diez de los cuales trabajando como estibador en Agroindustrial Piñas del Bosque (Finca Muelle), subsidiaria de Dole – Standard Fruit Company de Costa Rica.
Entre octubre de 2020 y abril de 2021, el joven trabajador presentó tres dictámenes médicos donde se le diagnosticó hernia discal (L4-L5 central) y se le restringió, de forma permanente, realizar actividades laborales que incluyan levantar, empujar o halar objetos pesados.
Tampoco puede realizar movimientos reiterados de flexión, extensión, lateralización o rotación de la columna lumbar, ni actividades en posición agachado y mantener el mismo posicionamiento durante más de 40 minutos.
“Cuando presenté la primera constancia de salud me reubicaron, pero siempre me tocaba realizar labores incompatibles con mi condición médica. Me decían que no podían hacer nada mientras tanto el Departamento de Salud Ocupacional no lo dispusiera”, dijo a La Rel, Favier Zúñiga.
Pasaron los meses y Zúñiga tuvo que presentar otros dos dictámenes médicos de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS).
Primero querían saber el límite de peso que podía levantar el trabajador y luego si las restricciones eran indefinidas y permanentes.
Pasó el tiempo y el 19 de agosto lo convocaron y le dijeron que no había labores disponibles que se le podían asignar y que, por lo tanto, lo iban a despedir.
“Querían hacerme firmar un papel de recibido, pero me rehusé. Sólo firmaron el superintendente de recursos humanos y dos testigos de la misma empresa.
No es cierto que no hay lugares donde me puedan reubicar. La verdad es que a esta gente no le importan los trabajadores, no le interesa si estamos enfermos. Para ellos ya no soy eficiente, no les sirvo y me desechan”, lamentó Zúñiga.
El joven trabajador recurrió de inmediato al sindicato para tutelar sus derechos.
“El compañero padece de graves problemas a la columna y la empresa decidió despedirlo, aduciendo que no saben dónde reubicarlo. Esto es absurdo.
Vamos a estudiar el caso porque hay todos los elementos de un despido discriminatorio por razones de salud”, advirtió Obeth Morales, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Agroindustria y Afines (Sinatraa).
“Cuando presenté la primera constancia de salud me reubicaron, pero siempre me tocaba realizar labores incompatibles con mi condición médica. Me decían que no podían hacer nada mientras tanto el Departamento de Salud Ocupacional no lo dispusiera”, dijo a La Rel, Favier Zúñiga.
Pasaron los meses y Zúñiga tuvo que presentar otros dos dictámenes médicos de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS).
Primero querían saber el límite de peso que podía levantar el trabajador y luego si las restricciones eran indefinidas y permanentes.
Pasó el tiempo y el 19 de agosto lo convocaron y le dijeron que no había labores disponibles que se le podían asignar y que, por lo tanto, lo iban a despedir.
“Querían hacerme firmar un papel de recibido, pero me rehusé. Sólo firmaron el superintendente de recursos humanos y dos testigos de la misma empresa.
No es cierto que no hay lugares donde me puedan reubicar. La verdad es que a esta gente no le importan los trabajadores, no le interesa si estamos enfermos. Para ellos ya no soy eficiente, no les sirvo y me desechan”, lamentó Zúñiga.
El joven trabajador recurrió de inmediato al sindicato para tutelar sus derechos.
“El compañero padece de graves problemas a la columna y la empresa decidió despedirlo, aduciendo que no saben dónde reubicarlo. Esto es absurdo.
Vamos a estudiar el caso porque hay todos los elementos de un despido discriminatorio por razones de salud”, advirtió Obeth Morales, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Agroindustria y Afines (Sinatraa).
Fuente: Rel UITA
