En Honduras, como en todo el mundo, este 28 de junio se celebró el Día Internacional del Orgullo LGBTI. Una fecha que coincide con la conmemoración del inicio de la resistencia popular contra el golpe cívico-militar de Estado de 2009.
Una movilización que vio a la comunidad LGBTI en primera línea contra los asesinos en uniforme y los de saco y corbata, poniendo el pecho a las balas y sumando mártires igual que tantos otros sectores organizados y no de la sociedad hondureña.
Catorce años después y con el partido, que surgió como brazo político de aquella resistencia popular, ahora al gobierno y encabezado por la primera presidenta mujer de Honduras, Xiomara Castro, la situación de la comunidad LGBTI sigue siendo difícil.
Según datos del Observatorio de la Red Lésbica Cattrachas, ya son 30 las personas LGBTI asesinadas en lo que va del año, entre ellas 12 hombres gay, 10 mujeres lesbianas y 8 transexuales.
De continuar así, el 2023 podría pronto convertirse en el año más mortífero para la comunidad LGBTI hondureña.
Una movilización que vio a la comunidad LGBTI en primera línea contra los asesinos en uniforme y los de saco y corbata, poniendo el pecho a las balas y sumando mártires igual que tantos otros sectores organizados y no de la sociedad hondureña.
Catorce años después y con el partido, que surgió como brazo político de aquella resistencia popular, ahora al gobierno y encabezado por la primera presidenta mujer de Honduras, Xiomara Castro, la situación de la comunidad LGBTI sigue siendo difícil.
Según datos del Observatorio de la Red Lésbica Cattrachas, ya son 30 las personas LGBTI asesinadas en lo que va del año, entre ellas 12 hombres gay, 10 mujeres lesbianas y 8 transexuales.
De continuar así, el 2023 podría pronto convertirse en el año más mortífero para la comunidad LGBTI hondureña.