Una grave crisis energética, dos huracanes y un terremoto, todo en menos de un mes, han afectado gravemente la más grande de las Antillas Mayores.
Desastres naturales que se suman a crónicas debilidades (infraestructuras obsoletas, falta de combustible, de mantenimiento y de divisas) que son el resultado más dramático de la guerra económica y la persecución financiera y energética de Estados Unidos hacia Cuba.
Pese a que el planeta volviera recientemente a condenar el criminal bloqueo económico, comercial y financiero1 – se trata de la trigésima cuarta declaración presentadas por las autoridades cubanas ante la Asamblea General de las Naciones Unidas – la anacrónica, arcaica y fundamentalista medida sigue causando estragos.
Según cálculos de las autoridades cubanas, el decenal bloqueo ha causado daños por más de U$164 mil millones. Entre marzo de 2023 hasta finales de febrero de este año, los daños y perjuicios materiales superaron los U$5 mil millones, es decir U$421 millones mensuales, más de U$13.8 millones diarios, y más de U$575 mil cada hora.