24 diciembre 2025

Honduras: CNE dividido cancela escrutinio y declara ganador

Bipartidismo se acuerpa, Partido Libre denuncia golpe electoral y pide nulidad del acto

Por Giorgio Trucchi | LINyM

En Honduras el escenario está listo para el acto final de unas elecciones generales que se presentaban como muy complicadas y que resultaron ser como si la Ley de Murphy se hubiera manifestado de la forma más extrema.

Desilusión por una continuidad de programa político abruptamente interrumpida, reiteradas denuncias de fraude, hipócrita y autoritaria injerencia extranjera, reacomodo del poder fáctico nacional, enquistado en el monopolio mediático, el bipartidismo tradicional y, por supuesto, en el Estado.

Un poder fáctico que es aliado del peor conservadurismo estadounidense, que no ha parado un solo instante de conspirar y preparar las condiciones para el fracaso del gobierno de Xiomara Castro. Costara lo que costara.

Como era de esperarse, el bipartidismo liberal-nacional se junta ahora con miras a una meta clave: derrotar definitivamente una tercera vía de carácter progresista que, aunque con muchas limitaciones, imperfecciones y contradicciones, se atrevió a proponer e impulsar un cambio de modelo y una democratización de la economía nacional.

La aceleración del proceso de revisión especial de miles de actas con inconsistencias, impuesta por unas “desaparecidas” consejeras de la autoridad electoral en violación de la legislación nacional, hace pensar que el candidato nacionalista Nasry Asfura, ungido por Trump y Milei, será el próximo presidente de Honduras.

Ana Paula Hall (PLH) y Cossette López (PNH) no habían aparecido durante días, lo cual despertó muchas suspicacias.

En la noche de ayer (23/12), las dos consejeras decidieron aprobar la declaratoria oficial de las elecciones generales basada en “los datos que hasta el momento se tienen”. Una medida extemporánea tomada sólo por mayoría (y no por unanimidad) del pleno del CNE que, de hecho, interrumpe el escrutinio especial de miles de actas y obvia todas las impugnaciones y solicitudes de nulidad.

Actualmente, sólo se ha procesado el 97.7% de las actas presidenciales, el 74.8% de las municipales y apenas el 58.8% de las legislativas. 

A medida que avanzaba la revisión de actas en el nivel presidencial, la distancia entre los dos candidatos conservadores, Nasry Asfura y Salvador Nasralla, se ha reducido a la mitad y se mantiene en unos 25 mil votos.

El consejero Marlon Ochoa, quien en las semanas pasadas denunció repetidamente todas las irregularidades cometidas antes, durante y después del voto del 30 de noviembre y que abandonó el pleno antes del voto, recordó que sólo en el 30% de las juntas receptoras de votos (5.690) hubo plena coincidencia entre la biometría y las actas. Por el contrario, en las restantes 13.135 se detectaron discrepancias.

Pese a esto, las dos consejeras del bipartidismo sólo remitieron a revisión un poco más de 2.000 actas en el nivel presidencial y ni siquiera permitieron que se revisara la totalidad (faltan casi 500).

“Lo que hoy estamos viviendo es un nuevo golpe electoral, instrumentalizando a las dos consejeras del bipartidismo que, sin procesar cerca de 288 impugnaciones y cerca de 10 mil actas con inconsistencias pendientes de escrutinio especial y conteo voto por voto, pretenden, por presiones desde el extranjero, declarar el presidente”, denunció Ochoa.

El consejero afín al partido de gobierno Libertad y Refundación (Libre), aclaró que cualquier declaratoria emitida carece de validez legal, tanto en su forma como en su fondo, ya que el organismo debe resolver primero las actas impugnadas y finalizar el escrutinio especial.

Además, anunció que presentó formal denuncia criminal ante el Ministerio Público para que se investiguen posibles delitos electorales.

Contrariamente a la posición asumida en las pasadas elecciones en Venezuela, donde el conteo voto por voto y la revisión de todas las impugnaciones se habían convertido en el mantra de Estados Unidos y sus aliados, en esta ocasión parece no tener la misma importancia. 

“Las voces de 3.4 millones de hondureños deben ser respetadas y escuchadas. Hoy el Departamento de Estado revocó la visa de Mario Morazán (magistrado del Tribunal de Justicia Electoral) por obstaculizar el recuento de votos en el proceso electoral democrático de Honduras. Estados Unidos no tolerará acciones que socaven nuestra seguridad nacional ni la estabilidad de nuestra región”, escribió el secretario de Estado Marco Rubio en su cuenta de X.

También la Organización de Estados Americanos (OEA) hizo un llamado urgente a las autoridades electorales de Honduras” para que concluyan el escrutinio lo antes posible, en estricto apego a la ley y con plenas garantías para todos los actores políticos y sociales”.

El mismo día de la declaración emitida por Rubio, Estados Unidos denegó la solicitud de visa a Marlon Ochoa y revocó la visa al presidente del Congreso, Luis Redondo, “por socavar la democracia”.