20 junio 2022

Sentenciado coautor del asesinato de Berta Cáceres

Tribunal impuso pena de 22 años y 6 meses de prisión

Por Giorgio Trucchi | LINyM

Casi un año después de que la Sala Primera del Tribunal de Sentencia declarara culpable al ex presidente de Desarrollos Energéticos SA (DESA), David Castillo, por ser coautor del asesinato de la lideresa indígena lenca Berta Cáceres, ese mismo tribunal lo sentenció a 22 años y 6 meses de cárcel. En Honduras la pena por ese tipo de delito es de entre 20 y 25 años.

Castillo ha sido también funcionario público y oficial de la inteligencia militar hondureña, graduado de la academia militar estadounidense de West Point.

La audiencia había sido postergada en más de una ocasión, generando incertidumbre jurídica y despertando preocupación entre los familiares de la luchadora social, el equipo legal y las organizaciones nacionales e internacionales que, durante los últimos seis años, han acompañado la Causa Berta Cáceres.

"Para nosotros era fundamental que se llegara a un cierre de esta fase. Ahora va a ser muy importante la lectura integra de la sentencia, porque nos va a permitir saber si recogió toda la dinámica del proceso judicial y cuáles han sido las valoraciones del tribunal", dijo Víctor Fernández del equipo legal.

(Fotos) Sentencia Castillo, Copinh movilizado

Otro paso hacia la justicia integral para Berta

Por Giorgio Trucchi | LINyM

Mientras en la Sala I del Tribunal de Sentencias de Tegucigalpa se realizaba la audiencia de lectura de sentencia del caso de David Castillo, frente a las instalaciones del tribunal, el Copinh realizaba un plantón y daba lectura de un comunicado donde volvía a exigir juicio y castigo para los autores intelectuales del crimen.

Fotos G.Trucchi | LINyM
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14 junio 2022

Gobierno de Xiomara Castro, avanzando por un camino minado

Cinco meses con ojos puestos en la refundación de Honduras y cuidándose las espaldas

Por Giorgio Trucchi | LINyM

El 27 de enero, Xiomara Castro asumió el cargo de presidenta de Honduras. Un discurso vibrante el suyo, donde dejó en claro que iba a recibir un país en bancarrota, saqueado, con una deuda que suma más de 20 mil millones de dólares, y con una estructura clientelar prácticamente intacta de corrupción e impunidad, que en los últimos 12 años ha venido copando espacios públicos y privados.  

Un pueblo devastado por la pobreza – casi el 74% de la población y con el 50% en miseria absoluta – y la desesperanza. Una cantidad creciente de personas con la mirada puesta hacia el norte, no tanto atraídas por el “sueño americano”, sino huyendo de la miseria, la violencia y la falta de oportunidades.

Un pueblo que, a pesar de todo, decidió salir masivamente a votar en noviembre del año pasado para castigar a los continuadores del golpe, a los carniceros de cuello blanco, a los ladrones y corruptos que pusieron en venta el país, sus mejores tierras, los bienes comunes, la soberanía y la dignidad misma de nación.

Un voto también por el cambio, por la esperanza de que una Honduras diferente aún es posible. Un voto para la mujer que se fajó en las calles, junto a su pueblo, contra la ruptura del orden constitucional, el derrumbe de la democracia, contra balas y toletes, militares y policías, denunciando detenciones ilegales, represión física y psicológica, desapariciones, torturas y asesinatos.   

Muy altas las expectativas de un pueblo herido, desilusionado de la política y los políticos tradicionales. Nutridas las promesas de Xiomara Castro.

En mayo, casi cuatro meses después de asumir el cargo, la presidenta hizo una primera evaluación de las cosas hechas, de las dificultades enfrentadas, de los retos y desafíos futuros.

08 junio 2022

Desregulación, corrupción y pobreza en Panamá

Grave crisis afecta a miles de familias y enriquece a los pocos de siempre

Por Giorgio Trucchi | Rel UITA

Panamá se enfrenta a una crisis que hunde sus raíces en un modelo coludido con la corrupción pública y privada, que concentra la riqueza en pocas manos, privatiza y permite la desregulación total del mercado del trabajo y las relaciones laborales. Una crisis que se ha agudizado durante los dos años de emergencia sanitaria y la actual guerra en Ucrania.

“Nos enfrentamos a una crisis que, si bien es cierto tiene que ver también con la pandemia y la guerra, está siendo aprovechada para especular y enriquecerse más a costa de la inmensa mayoría de las familias.

El alto costo de la vida en Panamá se ha vuelto insostenible”, dijo a La Rel, Rafael Salazar, secretario general del Sindicato Industrial de Trabajadores de la Harina y Afines (SITHA).