Por Giorgio Trucchi | Rel UITA
Desde que asumió el cargo, en enero de 2022, la presidenta hondureña Xiomara Castro ha enfrentado una violenta y sistemática campaña mediática y de presión política, tanto contra su gobierno y su persona, como contra el partido —Libertad y Refundación— que la llevó a la presidencia.
El objetivo siempre es el mismo: evitar a cualquier costo que esta fuerza política, surgida del pueblo en las calles, al calor de la lucha de resistencia contra el golpe de Estado cívico-militar del 2009, siga gobernando y continúe con la delicada tarea de “refundar Honduras”.
Esto significa atacar y desmontar el aparato corrupto criminal de control político, económico y social instalado por las narco-dictaduras que la precedieron y enquistado en los poderes estatales.
Los golpistas y sus servidores
Principales actores de este nuevo engendro golpista son los grupos de poder familiar que ven peligrar negocios, enormes ganancias y la gestión del poder real en el país, así como los medios masivos y corporativos de comunicación, convertidos en perros guardianes de estos mismos consorcios y familias.
Asimismo, los partidos tradicionales que perdieron el poder, partiditos parásitos, un remedo de sociedad civil y una disidencia interna a Libre, ambas en venta al mejor postor.
Tampoco podemos olvidarnos del rol que ha jugado Estados Unidos después de tener que ponerle buena cara al triunfo electoral de Xiomara Castro.
El nombramiento de Laura Dogu como nueva embajadora y su renombrada predilección por inmiscuirse en asuntos políticos del país, con intentos descaradamente desestabilizadores, fue la señal más clara de cuáles iban a ser las intenciones reales de Washington.
Faltando seis meses para las elecciones primarias (9 de marzo 2025) para definir los candidatos de las principales fuerzas políticas a las generales del próximo año, los ataques y la campaña mediática se han intensificado.
La presidenta Castro alertó ante un posible golpe y ha llamado a la movilización.
Este 14 de septiembre, el pueblo hondureño respondió masivamente, diciendo NO a un posible regreso de quienes han saqueado el país y lanzado a millones de hondureños y hondureñas a la miseria.
“No volverán”
“Desde las calles resistimos golpes, fraudes, exilio, asesinatos y saqueo. Ni la opresión, la injusticia, la desigualdad, la exclusión pudieron doblegarnos. Nunca nos rendimos, hasta derrotarlos contundentemente”, dijo Castro ante la multitud que abarrotaba la avenida frente a Casa Presidencial.
“Los que se niegan a pagar impuestos, que saquearon las arcas del estado, destruyeron y privatizaron las empresas públicas, que negociaron la soberanía, tienen que rendir cuentas. No voy a permitir que organicen un nuevo golpe de Estado”, aseguró la mandataria.
Castro recordó que la lucha contra el modelo de explotación neoliberal, que acumula la riqueza en unos pocos en detrimento de la mayoría, representa la madre de todas las batallas.
Mientras miles de personas coreaban su apoyo, la presidenta reafirmó que la refundación del país no se detiene.
“La refundación avanza y la marcha por la verdadera independencia no se detiene, hasta alcanzar la victoria. Los vencimos en las calles, los derrotamos en las urnas y volveremos a hacerlo el próximo año. ¡Prohibido olvidar que somos resistencia!”.
Fotos: Luis Méndez – Prensa Partido Libre
Fuente: Rel UITA
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