“Fue un trabajo que hicimos en equipo, donde también participó la Rel UITA. Eso fue fundamental para que fuéramos superando obstáculos y tropiezos. No fue fácil, pero valió la pena”, agregó.
A la mamá del joven maestro, quien fue víctima del falso positivo de la quema de unas llantas en la entrada de la embajada estadounidense, preocupa que casos como el de su hijo puedan repetirse en los próximos meses.
“No queremos que nadie más sufra lo que sufrió mi hijo. De un principio se debió ponerlo en libertad y pasó dos años preso injustamente. Fue impresionante ayer la cantidad de medios que estaban esperando su liberación”, señaló.
“Estamos en un año electoral. Hay mucha tensión y mucha violencia. Todavía hay presos políticos. Como Comité para la Liberación de los Presos Políticos en Honduras vamos a tener que estar muy atentos y preparados para lo que venga”.
Durante su primer día de libertad, Rommel pidió ir a visitar la tumba de su abuelo.
“A mi hijo le negaron el derecho de acompañar a su abuelo a su última morada. Hicimos todas las gestiones pero no se lo permitieron. Fue un trago muy amargo que nos va a acompañar toda la vida”, recordó Portillo.
“Ahora es el momento de los afectos familiares y de comenzar a apoyarlo para su rehabilitación psicoemocional. Poco a poco irá reconstruyendo y recuperando su vida, de manera tal de que pueda aportar a esta nación”, agregó la mamá del joven.
Juan Carlos Herrera, papá de Rommel, explicó que ya es momento de pasar página y seguir adelante.
“Rommel ya está aquí con su familia. También fue absuelto del delito de daños en perjuicio de la embajada, así que tampoco quedan deudas pendientes. Podemos comenzar a vivir nuevamente”, observó.
“Mando un abrazo a la Rel UITA por todo lo que hizo por Rommel, posicionando el caso a nivel internacional y estando siempre pendiente de él. Se lo agradecemos muchísimo”, concluyó Herrera.
Fuente: Rel UITA